¿Por qué nos encanta Gaudí?

Descubre la historia

Si hay algo universalmente reconocible de la ciudad de Barcelona eso es, sin duda alguna, la Sagrada Familia. Esta obra en permanente construcción ha captado el interés de visitantes de todo el mundo que se maravillan al contemplar la particular arquitectura del templo. El responsable de este fenómeno es Antoni Gaudí, un arquitecto fuera de lo común.

Por supuesto, la Sagrada Familia no es el único regalo que dejó Gaudí a la ciudad condal. Toda ella está engalanada con multitud de monumentos arquitectónicos que dan a sus calles ese toque especial que tanto encandila a quienes pasean por ellas. Colores fascinantes y formas imposibles convierten a Gaudí en uno de los nombres más importantes de la historia de la arquitectura a nivel mundial.

Para entender un poco mejor qué tienen sus construcciones que hechizan a quien las contempla, vamos a profundizar en ese estilo peculiar que lo hizo destacar desde los últimos años del siglo XIX.

El Modernismo surge en este momento como una corriente que mezcla su presente y el pasado, especialmente en lo que concierne a los materiales. Así, se utilizan en las obras novedades como el hierro o el cristal, pero también se conservan los clásicos.

Se trata de un movimiento que apuesta por la concepción integral del diseño y que aglutina a todos los gremios que intervienen en la construcción. Esto nos da como resultado una decoración con un gran componente estético que explica la fascinación que produce en quien lo contempla.

En el caso de Gaudí, su Modernismo marca el sendero para el Modernismo catalán como una escuela particular que bebe de los elementos naturales. Si bien existen otros arquitectos contemporáneos, como Victor Horta en Bélgica, que también se alinean con esta corriente organicista, Antoni Gaudí va un paso más allá en sus encargos.

Esculpiendo la naturaleza en la arquitectura

La burguesía catalana queda maravillada por la concepción de Gaudí de la arquitectura. Las formas ondulantes o coup de fouet del organicismo modernista no eran suficientes para él, que lleva al extremo las formas. No es de extrañar que las familias más prestigiosas desearan contar con él para el diseño de sus residencias, pese a los muchos conflictos y anécdotas que conllevaba trabajar bajo su visión.

Desde la construcción de la Casa Vicens, de estilo neomudéjar y orientalista, empieza a introducir elementos mediterráneos en sus obras. De este exterior que casi parece hecho de cerámica pasa a incluir formas mucho más complicadas, como si esculpiese la naturaleza sobre los edificios.

En otra de sus grandes obras, la Casa Batlló, ya se advierten formas cartilaginosas, óseas y membranas. Su inspiración se centra en el cuerpo humano y en el mundo natural. Arena, las formas cambiantes y curvas de las olas del mar, burbujas, escamas… Diseños que han influido posteriormente en todas las ramas del arte.

Después de un siglo, Gaudí sigue enamorando por haber sido capaz de crear mundos de fantasía con su arquitectura. Su uso de la cerámica coloreada en las criaturas del Parque Güell, las sorprendentes chimeneas de la Casa Milà y las asombrosas torres o arcos catenarios de su inconfundible Sagrada Familia son ya imprescindibles que no puedes perderte en tu viaje a Barcelona. ¡Maravíllate con el Modernismo de Antoni Gaudí!

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